sábado, 23 de mayo de 2009

VIVIR PARA RECORDAR


"En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver"
(Joaquín Sabina en "Peces de Ciudad")



Permanecer anclados en el pasado es lo que, en muchas ocasiones, nos impide ser felices.

Nos atamos a algunos recuerdos con cadenas tan imaginarias como irrompibles, creyendo que de ese modo nadie podrá arrebatarnos la felicidad (real o recordada, que no es lo mismo) que aquellos momentos nos brindaron. Y nos mantenemos así... emocionalmente maniatados, sin darnos cuenta de que nos estamos prohibiendo a nosotros mismos disfrutar de nuestro presente y regalarnos un futuro más o menos feliz. Recordamos para vivir en lugar de vivir para recordar

Cuando perdemos algo, o sentimos que lo perdemos (que tampoco es lo mismo, pero que tiene casi casi los mismos efectos), normalmente luchamos por recuperarlo si ese algo nos importaba lo más mínimo. Y en esa lucha obviamos la posibilidad de que quizás perder no es más que una oportunidad para ganar

No digo que no haya que luchar por lo se nos escurre de las manos y que deseamos tener, todo lo contrario. Pero deberíamos tratar de descubrir y disfrutar las posibilidades de felicidad que las nuevas situaciones, las nuevas circunstancias, nos ofrecen. Sin olvidar el pasado, pero mirando al futuro. Recordando, sí, pero de manera sana y constructiva, porque al fin y al cabo, olvidar es la mejor manera de caer una yotra vez en los mismos errores.

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