domingo, 31 de mayo de 2009

SERES ESPECIALES

Vivimos casi sin darnos cuenta, rodeados de seres especiales. Y son especiales por sus pequeñas y especiales cosas.

Seres especiales que convierten un pincho y un café en una tertulia infinita.

Seres especiales que te mandan un sms diciendo "Pensaba en tí".

Seres especiales con los que quedas para tomar una caña y acabas llegando a casa a las tantas de la mañana.

Seres especiales que con un simple guiño de ojos te hacen volar.

Seres especiales que no llaman por teléfono en días, en semanas... pero que se acuerdan de tu cumpleaños.

Seres especiales que son tan malos contando chistes que es imposible no reirse.

Seres especiales que te miran directamente a los ojos mientras recorren con besos su cuerpo.

Seres especiales que pronuncian, palabra por palabra, lo que estás pensando en ese mismo momento.

Seres especiales que saben compartir silencios sin sentirse incómodos.

Son seres tan absolutamente especiales que aún estando a su lado, ya los estás echando de menos...

sábado, 30 de mayo de 2009

BORRACHA DE ADIOS





He tomado tantas copas de nostalgia,
tantos vasos de añoranza,
que me siento borracha de adiós.

Jamás me sentí tan sola.

Jamás el adiós me supo tan amargo.

Porque antes sólo hubo resacas de vino y rosas.

Porque ya sólo me queda la resaca del olvido.

viernes, 29 de mayo de 2009

ESCRIBIENDO LA IGUALDAD

Queridos/as amigos/as:

Ayer me tocaba presentar en Consejo de Administración un procedimiento para la Gestión de Recursos Humanos. Reunión en la que participábamos 6 mujeres. Todo iba estupendamente hasta que llegamos al punto de las sugerencias y proposición de cambios.

Toma la palabra XXXX(mujer, cuarenta y pico años): "He leído el documento detalladamente y tengo que decir que hay un error importantísimo, que exijo sea inmediatamente reparado"

Yo me dije... "Ostras, qué habré liado ahora..."

XXXX dice: "En todo el documento cuando hablas del personal, escribes: el trabajador y los trabajadores. Debes modificarlo e incluir ambos géneros. Yo no me siento representada si sólo pones trabajador".

Yo para mis adentros pensé... "Joer, qué tontería, ya me había asustado pensando que el error era grave". Sí, pensé que era una cuestión de forma, algo que no iba a ningún lado, que el lenguaje español es como es y que si todos nos entendemos, complicar un documento formal, haciendo su lectura farragosa y compleja no tiene mucho sentido.

Pero al parecer aquello, en aquel lugar, en aquel momento... no era sólo una cuestión de forma. XXXX contra el resto de la mesa, enzarzada en una discusión sobre el uso del masculino y el femenino, la igualdad, la representación de unos y otras (o de unas y otros), más igualdad, la discriminación de la mujer... Yo, la verdad sea dicha, me quedé un poco alucinada y apenas abrí la boca salvo para decir... "Oye, que yo lo cambio sin problema. Pero me parece una soberana tontería".

Porque la igualdad, no es una cuestión de forma, sino de fondo. Y el tema de los géneros en la redacción de determinados documentos no deja de ser una cuestión de forma. Es más, creo que en muchas ocasiones, la igualdad se queda ahí... en la igualdad escrita. Las formas deben cuidarse, por supuesto, pero posturas radicales en este sentido no ayudan en absoluto en el proceso de conseguir la igualdad.

Qué quieres que te diga... a mí que me paguen lo que me tienen que pagar según mi puesto de trabajo y mi desempeño profesional, que mi promoción profesional tenga las mismas posibilidades que la de cualquier compañero, que no me despidan si decido ser madre..., y si quieren llamarme Pepe, que me llamen Pepe.

Fondo... no sólo formas. Hechos... no sólo palabras.

Curiosamente, de las 6 mujeres, 4 considerábamos innecesario el cambio.

En fin, voy a seguir modificando el documento para no herir más susceptibilidades. Pero estoy dudando... ¿dejo el título en "Gestión de Recursos Humanos" o lo cambio por "Gestión de Recursos/as Humanos/as"?

jueves, 28 de mayo de 2009

POR UN MOMENTO, TE ODIÉ

Ayer, mirándote a los ojos, por un momento... te odié. Te odié por tu mirada huidiza, por tu sonrisa perdida, por tus manos nerviosas. Te busqué la mirada buscando la redención, pero no encontré mi reflejo en ella. Busqué tu boca buscando la salvación, pero no encontré mi esencia en tus labios.

Ayer, mirándote a los ojos, por un momento... te odié. Te odié por tu sinceridad, por estar sin poder estar, por no estar pudiendo estar. Te odié por quererme sin querer, por querer no quererme, por alejarte de mí depositándome en lo profundo de un abrazo sin brazos.

Ayer, mirándote a los ojos, por un momento... te odié. Te odié por las contradicciones que me hacen quererte, por la inconsistencia de tus palabras y la consistencia de tus hechos. Por tu lucha constante entre el ser y el estar, entre el querer y el poder, por tu búsqueda constante de un equilibrio en una historia que sólo sobrevive porque nos desequilibra como nada ni nadie lo había hecho antes.

Ayer, mirádote a los ojos, por un momento... te odié. Te odié por ser el complemento perfecto a mi imperfección, por estar tan lejos en la cercanía y tan cercano en la lejanía, por ser la guía oscura de mis caminos oscuros, la realización más obscena de mis deseos ocultos, la media naranja de mi vida de limón.

Ayer, mirándote a los ojos, por un momento... te odié. Y hoy, me odio a mí misma por haberte odiado, aunque tan sólo fuera por un momento....

miércoles, 27 de mayo de 2009

CUESTIÓN-DE-GENERACIÓN

Conversación en 1989 entre Marta y Elena, 14 años primaveras cada una:

- Marta, que me he enterao de una cosa... pero me da no sé qué contártela. Te va a parecer fatal.
- Cuenta cuenta.
- Pues, a ver, que Jose ha ido diciendo por ahí que el otro día te dejaste meter mano.
Marta se pone primero roja cual tomate - lo que podría querer decir que lo que cuenta Jose es cierto... o no - y luego blanca como la cal - lo que podría querer decir que está pensando en las consecuencias que esos comentarios podrían tener... o no -.
- Ay, Elena, ay... ¿que me ha metido mano? Pero... si lo más que ha hecho ha sido agarrarme la mano la otra tarde cuando me acompañó hasta el portal... Como se entere mi padre, me mata.


Conversación en 2009 entre Jessica y Carolina, 14 años:

- Carol, tía, ¿sabes que el Markitos anda diciendo por ahí que sois novios?
- Bueno, no me jodas, Jessi...
A Carol le da un ataque de risa -lo que podría querer decir que lo que dice el Markitos es cierto... o no-.
-¿Novios? Pero tía, sí lo más que ha hecho ha sido meterme mano la otra noche en el portal... Anda, que como se entere alguien, qué vergüenza...

martes, 26 de mayo de 2009

AQUÍ NO SE VIENE A HACER AMIGOS

Miré hacia atrás por última vez antes de salir y vi cómo bajaba los ojos. Pensé que al fin y al cabo, le daría algo de pena mi marcha.

Habían sido meses difíciles, de desencuentros, de broncas e incluso de lágrimas… pero siempre estuvo ahí, escuchando en silencio, brindándome apoyo y compañía. No su amistad (“aquí no se viene a hacer amigos”, decía siempre) pero sí su compañía.

Hasta que ya al final de los tiempos noté que tomaba cierta distancia connmigo, hubo situaciones y malentendidos que nunca quedaron aclarados. No me creía, se notaba en su mirada e incluso en la posición de su cuerpo. Ya no se reía… sólo escuchaba. Escuchaba mucho.

Escuchaba tanto, tanto… que cuando me enteré de quién lo había contado todo, no me sorprendió. Tan sólo pensé en lo ingenua que, de nuevo, había sido yo.

“Aquí no se viene a hacer amigos”… qué razón tenías…

Pero tampoco hacía falta apuñalar a nadie

domingo, 24 de mayo de 2009

DE LA AMISTAD

"¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo?"
(Marco Tulio Cicerón)




Amigos los hay de muchas clases: los amigos para salir de copas, los amigos para jugar al tenis, los amigos del trabajo... Hablamos de amigos cuando todos sabemos que nos estamos refiriendo a otro tipo de relación... que los amigos de verdad son sólo esos que "se cuentan con los dedos de una mano".

Y es que gente para echarse unas risas, para hacer el tonto una noche de fiesta, para practicar deporte, se encuentra en cualquier parte. Lo que no se encuentra tan fácilmente es esa persona que hará todas esas cosas contigo pero también hará todo lo contrario, es decir, llorar contigo (y sobre todo dejarte llorar) o "sacrificar" una noche de sábado para escuchar tus penas, penurias y miserias. Es ese que aún conociendo tu lado más oscuro, sigue estando ahí.


Y de esos, hay pocos, muy pocos. Y por eso cuando encuentras a alguien que es capaz de todo eso, sientes la necesidad de amarrarlo, cuidarlo y responderle con las mismas atenciones.

Porque no hay nada más grande que poder hablarle a alguien como si estuvieras hablando contigo mismo.


Por eso, a mis pocos y contados amigos, gracias!

sábado, 23 de mayo de 2009

VIVIR PARA RECORDAR


"En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver"
(Joaquín Sabina en "Peces de Ciudad")



Permanecer anclados en el pasado es lo que, en muchas ocasiones, nos impide ser felices.

Nos atamos a algunos recuerdos con cadenas tan imaginarias como irrompibles, creyendo que de ese modo nadie podrá arrebatarnos la felicidad (real o recordada, que no es lo mismo) que aquellos momentos nos brindaron. Y nos mantenemos así... emocionalmente maniatados, sin darnos cuenta de que nos estamos prohibiendo a nosotros mismos disfrutar de nuestro presente y regalarnos un futuro más o menos feliz. Recordamos para vivir en lugar de vivir para recordar

Cuando perdemos algo, o sentimos que lo perdemos (que tampoco es lo mismo, pero que tiene casi casi los mismos efectos), normalmente luchamos por recuperarlo si ese algo nos importaba lo más mínimo. Y en esa lucha obviamos la posibilidad de que quizás perder no es más que una oportunidad para ganar

No digo que no haya que luchar por lo se nos escurre de las manos y que deseamos tener, todo lo contrario. Pero deberíamos tratar de descubrir y disfrutar las posibilidades de felicidad que las nuevas situaciones, las nuevas circunstancias, nos ofrecen. Sin olvidar el pasado, pero mirando al futuro. Recordando, sí, pero de manera sana y constructiva, porque al fin y al cabo, olvidar es la mejor manera de caer una yotra vez en los mismos errores.

viernes, 22 de mayo de 2009

ES LO QUE HAY

Uno no siempre puede hacer lo que quiere, pero siempre tiene el derecho de no hacer lo que no quiere.
Mario Benedetti


Cuántas veces te habrá tocado tragarte (y sin oportunidad de masticar, en ocasiones) esta frase… Que tu jefe te putea… “es lo que hay”… Que tras pagar la hipoteca, el préstamo del coche, la luz y el gas no te queda ni pa pipas… “es lo que hay”

Y lo que hay es que no te queda otra que resignarte (lo que viene siendo el ajo y agua en versión cristiana, amén) o poner a prueba tu tolerancia a la frustración (jerga psicológica, más amén).

Lo de la resignación como que no va mucho conmigo. Cuánto daño ha hecho la cultura cristiana (que si la culpa, que si la aceptación…) a nuestras pobres vidas de seres humanos - o vivos, simplemente, en su defecto -… porque resignarse es rendirse y rendirse poco bueno puede aportar. Consiste en que si tu jefe te putea… ajo y agua… y al día siguiente otro poquito más… Porque “estamos en crisis” y “no hay curro” y “fíjate qué mal está todo”, “y por lo menos tengo un sueldo a final de mes”…

La otra forma de afrontarlo es la tolerancia a la frustración, que más o menos es lo mismo, pero sin obligación de rendirse… Es más bien poner a prueba tu capacidad de resistencia a las hostias que te pega la vida sin que éstas te lleven al psiquiatra y sin acabar enganchado a cualquier benzodiacepina que te calme la ansiedad. La tolerancia a la frustración te permite comerte la misma mierda pero sin que te salga una úlcera en el estómago, porque te deja seguir adelante y buscar alternativas, caminos diferentes al de la resignación, como puede ser buscarte otro curro y mandar a tu jefe a tomar por culo.

Pero la tolerancia a la frustración no surge por generación espontánea en uno mismo… no, no, no… hay que educarla. Y aquí viene el problema, porque manejar las frustraciones requiere de educadores y padres que, cuando somos críos, nos permitan y nos obliguen, incluso, a frustarnos de vez en cuando, que nos digan que no, que nos prohíban cosas… y ¡ay amigos! Aquí entramos en terrenos de arenas movedizas… Los nenes de hoy en día están tan acostumbrados a quererlo todo y tenerlo todo, a decir ahora y tenerlo ayer, tan acostumbrados a que por no aguantar una pataleta le compremos el puñetero juguetito, a creer que son el centro del mundo…, que cuando crecen un poquito y no consiguen lo que quieren, acaban pegando tiros (perdonad que exagere y frivolice un poco) en el pasillo de su instituto.

Así es imposible crecer, ni como persona ni como nada… lo que hay que aprender es que en esta vida hay tantos placeres como amarguras y que es preciso conocer y aceptar los límites de la realidad que nos rodea y sobre todo, los propios límites. Porque si queremos decir “es lo que había” en lugar de “es lo que hay”… primero debemos conocer para, después, poder cambiar.

miércoles, 20 de mayo de 2009

DE NUEVO, EL LABERINTO

De nuevo el miedo. Otra encrucijada. Otro momento de confusión. Frente a mí un camino sin fin... todos los caminos conducen a tus brazos (de piel o de alma). A mi espalda, la soledad. A mi espalda yo. Sólo yo. Sola.

De nuevo un nudo. Con un solo tirón puede deshacerse o volverse infinito. Frente a mí, el camino. La soledad a mis espaldas.

De nuevo el laberinto. Sin minotauros ni quimeras. Sin castillos ni cajas de Pandora. Sin Ariadna. Sin su ovillo. Sólo el laberinto. Sólo el camino sin fin que me lleva a tus brazos (de piel o de alma).