jueves, 25 de junio de 2009

BURBUJAS LEJANAS

Hay viajes que se te quedan grabados en la memoria para siempre. Son esos viajes a lugares (más o menos lejanos) en los que vives experiencias, conoces personas o ves paisajes que hacen que algo se te mueva por dentro.

Decidir destino es a veces complicado. ¡Queremos ir a tantos sitios! ¡Queremos hacer tantas cosas! ¡Y tenemos tan poco tiempo y/o dinero!

Una vez decidido el destino, llega la fase de preparación. Organizar el viaje es ya toda una aventura, es una primera forma de viajar. Buscar información en Internet, leer foros y blogs, pasearte por las agencias y ojear catálogos, comprar una guía del país o la ciudad son una forma de empezar a saborear el viaje. Organizas tus rutas e itinerarios, decides qué tipo de viaje quieres… ya te ves pateando esas calles, perdiéndote entre las gentes, percibiendo olores y sabores…

Y, por fin, llega el gran día. Cargado con tu maleta, con tu bolsa, con tu cámara de fotos, echas la llave a la puerta de tu casa. Sientes mariposas en el estómago. Te sientes alegre y un poco nervioso. Pero tan feliz!!!

Tras pasar todos los trámites pertinentes en el aeropuerto, el avión te espera. Una vez sentado en él, con la sensación de que has olvidado algo en casa pero sin saber qué (lo que, en mi caso, es señal de que no he olvidado nada, no sé muy bien por qué), por fin te relajas… cierras los ojos… vuelas…sueñas…

Y en tan sólo unas horas, tu cuerpo despierta en cualquier rincón del mundo. Ese lugar que, por unos días, va a ser tuyo. Aunque el aeropuerto parezca tan similar al de tu lugar de origen, ya notas las diferencias: huele distinto, se siente distinto…

Y cuando cruzas la puerta, dejando atrás lo conocido, sabes que estás entrando en una nueva dimensión, en una pequeña burbuja en el espacio y en el tiempo, una burbuja que pervivirá durante un tiempo determinado, una burbuja donde reirás, olerás, observarás, amarás, llorarás, descansarás, aprenderás, charlarás, disfrutarás, bailarás, beberás, besarás, caminarás, saborearás, percibirás…vivirás experiencias que solamente tendrán sentido por completo en el interior de esa burbuja. Porque ninguna fotografía, ningún video, ningún relato podrán, después, una vez la burbuja haya estallado, describir fehacientemente lo que tú, y sólo tú, experimentaste durante aquellos días.

Y es que hay viajes que se te quedan grabados en la memoria para siempre.

7 comentarios:

beatriz dijo...

No sé que opinas tú, pero creo que mucha gente se dedica a inmortalizar el viaje en lugar de vivirlo. ¡Qué triste! primero hay que vivir y luego en el caso de ser posible hacer fotos o videos. ¿Qué vas a poder recordar de algo que has experimentado a través de una pantalla de 2.5 pulgadas?.

María dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, Beatriz. Me da la sensación de que la gente que hace eso, sólo quiere fotos y más fotos para después poder mostrarlas a los demás, presumir de lo que ha visto, de dónde ha estado... Y mira que a mí me encanta hacer fotos y hacerme fotos, es genial poder verlas después porque te traen recuerdos... pero claro, tienes que haber vivido algo que poder recordar después...

ana dijo...

"...después, una vez la burbuja haya estallado, describir fehacientemente lo que tú, y sólo tú, experimentaste durante aquellos días".

Una vez regresas y estalla la burbuja... queda ahí la sensación, y buscas palabras, colores, olores que hagan posible el no olvido de esa verdad que descubriste y que aún no te sabes contar. Pues sólo una vez pasado el tiempo podrás encontrarle el nombre a los sentimientos que allí nacieron. Sólo después, sabrás decir... ah... era esto.

En esos viajes que se nos quedan en la memoria suele pasarme así. Que no sé muy bien lo que he vivido, no sé contármelo, pues aún me falta la perspectiva que será capaz de encontrar las palabras que nombren lo aprehendido. Lo que con tanta fuerza se me quedó dentro.

María dijo...

Y es que muchas veces, Ana, aunque pase el tiempo, es imposible ponerle palabras a esas experiencias... Te queda una sensación, un sentimiento al que es dificíl ponerle nombre.
Un abrazo

Modestino dijo...

Rocío: cada entrada es más bonita, sí señor¡¡¡¡

Anónimo dijo...

Y además siempre hay que estar atento, puede que es lugar insospechado sea dónde desees pasar el resto de tu vida.
Salu2

María dijo...

Gracias Modestino, me alegro de que te haya gustado.

En cuanto a lo de quedarse en un sitio, Markos, es verdad, a veces un sitio te gusta tanto que te quedarías allí toda la vida... Tengo una amiga que acaba de hacer un viaje de seis meses en plan mochila por Sudamérica. Acaba de volver y ya en septiembre se vuelve a marchar. Se ha enamorado de Uruguay. Ella misma dice que le da miedo volver para allá porque teme no volver a España... Yo creo que al final acabará quedándose allí.
Saludos