martes, 9 de junio de 2009

CONGRESO GASTRONÓMICO


La semana pasada tuve la fortuna de acudir a un congreso que se celebraba en Bilbao, ciudad que no conocía y de la cual tenía un concepto absolutamente erróneo.


Han sido cinco días de auténtica orgía gastronómica y cultural, de contacto con una ciudad que dista mucho de la imagen de ciudad gris y sucia que yo tenía, con gentes amables y tradiciones de siglos.

Comenzamos el congreso con un cocktail de bienvenida en el Museo Guggenheim que es, simplemente, espectacular. Pudimos disfrutar de una breve visita por el museo, admirando algunas de las obras, entre las que destacaría la colección permanente "La materia del tiempo" del escultor Richard Serra, un conjunto de esculturas en que puedes entrar, rodear y recorrer con una curiosa sensación de vértigo, de arte en movimiento.

También destacable la instalación "Quiero creer" del artista chino Cai Guo-Qiang, consistente en un conjunto de coches suspendidos en el aire.


Y junto al arte... la ciencia. Esta vez en el Palacio de Congresos y de la Música (Euskalduna Jauregia), donde ha tenido lugar el congreso de geriatría del 3 al 6 de Junio. Un gran espacio para el encuentro profesional y para el intercambio de los avances en el sector que tiene lugar cada año por estas fechas.

Pero sigamos con la gastronomía y la cultura... Cena típica el viernes en el Museo Marítimo de la ría. Unas impresionantes carpas repletas de tabernas en miniatura, cada una con un pintxo típico regado con txakoli... Y para redondear la velada, una exhibición de deporte rural vasco (Herri kirolak): traineras por la ría, aizkolaris cortando troncos y, por supuesto, el harrijasotzaile o levantador de piedras más reconocido, Iñaki Perurena, junto con su hijo Inazio Perurena.



Resulta impresionante observar la fortaleza y resistencia de estos hombres practicando actividades tan extrañas en otras tierras. En este punto tuvo lugar una anécdota que nos hizo pensar que los tópicos, tan tópicos... no son más que la pura realidad. Contaba el presentador del acto cómo en una competición hace años entre vascos y australianos, estos últimos derrotaron estrepitosamente a los vascos. Y los vascos dijeron: "!Qué cojones! ¿van a ganar los australianos a los vascos? Eso no puede ser!!!" (léase con acento puramente vasco). Y efectivamente, descubrieron que los australianos usaban un modelo de hacha diferente... que importaron al País Vasco. Y desde entonces.... !ganan los vascos! Jajajaja

(Sí, no pude evitar hacerme una foto con Iñaki Perurena)


Continuamos el periplo gastronómico con una impresionante cena a base de anchoas, besugo y carne roja en la sidrería-asador La Gabarra y un paseo, taberna a taberna, por las Siete Calles del Casco Viejo de Bilbao.

Y para remate la cena de clausura en el Euskalduna... dos castellanos sentados en la mesa con tres vascos y cinco catalanes. Conversación que creo merece un post para ella sola, así que la dejaremos para otro día.

En fin, Bilbao gastronómico y cultural, un 10. Por mi parte... comenzando la dieta...

5 comentarios:

Suso dijo...

¡Se ve que disfrutaste!.

Una pega. A mi la permanente del Gujenheim me pareció un pestiño y una tomadura de pelo.

Y Bilbao,las Vascongadas, es una gozada. Sí señora.

María dijo...

Pues a mí la permanente me gustó muchísimo... ¿¿¿quizás porque era un laberinto??? :-)

Modestino dijo...

Bilbao, efectivamente, ya no es esa ciudad gris fea, todo lo contrario.

Yo estuve hace cuatro años y mis valoraciones son similares. Y los bialbainos muy buena gente. Tengo un recuerdo muy especial de un aurresku bailado en el Salón del Ayuntamiento, espectacular y emotivo.

Anónimo dijo...

Que bonito es un sitio cuando la comida es excelente :-D
Saluy2

Máster en nubes dijo...

Me encanta Bilbao, es de lo mejor del País Vasco, y eso que tengo familia en San Sebastián, pero Bilbao es más ciudad, más ... no sé. Sanse es precioso pero es como chiquito, mono, de turista, y Bilbao es un pedazo de ciudad.
Estoy con Suso, la permanente del Guggenheim es una tomadura de pelo, en cambio el museo de BBAA de la ciudad me gustó, y Bilbao, me apasiona, y siempre como y me río un montón cada vez que voy. Lástima no nacer en Bilbao, digo ;-)

aurora