domingo, 16 de agosto de 2009

El consuelo (Anna Gavalda)





Colección: Biblioteca Formentor Genero: Novela 558 págs. ISBN: 978-84-322-2832

"Charles Balanda tiene 46 años. Hombre de familia y arquitecto de éxito, pasa las horas entre aviones y aeropuertos. Pero un día recibe la noticia de la muerte de Anouk, una mujer a la que amó durante su infancia y adolescencia, y los cimientos sobre los que había construido su vida empiezan a resquebrajarse. Será el recuerdo de Anouk, una persona tremendamente especial que no supo ni pudo vivir como el resto del mundo, lo que le impulsará a dar un giro radical y cambiar su destino. Desbordante y llena de humor, la esperada nueva novela de Anna Gavalda es, en esencia, una gran historia de amor. Pero aquí el amor no es sólo la atracción entre dos personas, sino una gran respuesta a la pregunta de si la vida merece la pena. El consuelo es un himno a la esperanza y a las segundas oportunidades. De nuevo, la autora que ha seducido a diez millones de lectores alrededor del mundo crea un milagro de equilibrio entre la tristeza y la alegría."

Eso es lo que dice la contraportada de "El Consuelo" de Anna Gavalda. Pero para mí es el libro que comencé a leer a ratitos en un avión. Que me resultaba entretenido pero no llegaba a engancharme. El libro que, anoche cuando llegué a casa a las dos y media de la mañana después de celebrar una despedida de soltera, me esperaba silencioso en la mesilla. Me gusta (necesito en ocasiones) leer un ratito antes de dormir, no importa la hora que sea. Ayer eran las dos y media y pensé leer un par de páginas mientras fumaba el último cigarrillo del día.


Pensé, mientras rescataba el libro de la mesilla, que tendría que apurar un poco la lectura... he de devolverlo el martes a la biblioteca. Y Charles me estaba aburriendo un poco, con su vida desequilibrada, con su hija que no era su hija y su mujer que ya no era "la mujer". Con sus aviones, con sus edificios, con su preocupación por dejar de fumar y por su alopecia, y su enfermiza obsesión por Anouk...


Comencé a leer con mi eterno cigarrillo en la mano. Sé que no debería fumar en la cama, pero no puedo evitarlo. Leer y fumar van unidos... Y me gusta leer en la cama. Página 253 de 558. Leo con interés algunos párrafos, otros los sobrevuelo con la mirada... Vamos, Charles, anímate, haz algo que me sorprenda...


Y, de repente, de pronto... llega la tercera parte del libro. Y con ella llega Kate. Kate... con 36 años que parecen 25. Kate con sus niños, con su granja, con sus flores, con su vida redefinida, con sus sueños e ilusiones, con su vestido de arabescos que mostraba sus rodillas y que, al agacharse, dejaba al descubierto el borde de un sujetador rosa . Kate que volaba, Kate que soñaba, Kate que, por fin, despertó a Charles...


Kate... que me ha tenido despierta hasta las 5 de la mañana. A la razón de 120 pag/hora, casi casi superando el límite de velocidad. Kate que consiguió hacerme sonreir y llorar al mismo tiempo.

Kate, que a las cinco de la mañana, me hizo pensar: "Gracias por hacerme tan feliz".

14 comentarios:

Suso dijo...

¡Venías con ganas de blog!

¡Bienvenida!

sunsi dijo...

Te imagino fumando en la cama, cenizas al viento por la velocidad de lectura... Qué bonito lo has descrito. Es el encuentro con el personaje que no puedes abandonar. No puedes.Y ni sueño ni gaitas. Me alegro de que estés de vuelta.

Besos, princesa

Anónimo dijo...

Que bonito eso de que aparezca alguien que te haga despertar, resurgir!

Besos y bienvenida de nuevo!

Modestino dijo...

Tomo nota. A veces pasa eso y un libro que parecía destinado al pinchazo, resurge.

Anónimo dijo...

Eso que comentas me ha pasado un par de veces, libros que te enganchan hasta el amanecer.
Ahora lo de llegar de una despedida y ponerte a leer y fumar un cigarrito como si nada...Eso no me ha pasado nunca!!!
Gonzalo

Máster en nubes dijo...

si es que ¡cómo te entiendo! lo único que yo no le doy tantas oportunidades a un libro, no soy tan paciente.
Besos, hermosa

miquelet dijo...

Es muy posible que no hubiera tenido tanta paciencia como tú. Son ya varios los libros que he aparcado con sólo un tercio de sus páginas leídas.
Pero por lo que has hablado, tal vez tenga que apuntar este libro en la lista de futuras adquisiciones.

Un abrazo.

María dijo...

Gracias por la bienvenida!

En cuanto a la lectura... me cuesta mucho dejar un libro a medio leer, pero mucho, mucho.

De todos modos, éste no estaba mal. Era entretenido sin ser apasionante, hasta esa tercera parte, en que me enganchó. Sí, son muchas páginas hasta que te engancha (al menos en mi caso), pero no fueron ninguna tortura, ni mucho menos. Está bien escrito, es divertido en algunos puntos, pero era algo lento hasta esa parte... luego, una carrera, vertiginosa, veloz, que te hace devorarlo... hasta el amanecer.

Besos a todos

Capitán dijo...

Cuando uno encuentra un libro que te cautiva y te hace sumergirte en él, es una delicia, y lo curioso es que no basta el libro, es una conjunción libro lector.

Un saludo

ana dijo...

A mí me ocurrió algo así con este libro... comenzó tranquilamente... ciertamente pausado... hasta que llegó Kate... su granja... el imán de su historia... y el ruido de aquellos niños...

He leído de Anna Gavalda, La amaba, y Juntos, nada más. Te los recomiendo.

Un saludo, regreso de mis vacacionaes, pero reconozco que aún no he aterrizado en la vida normal... jajajaja. Veremos a ver mañana...

María dijo...

@Capitán: Sí, esa conjunción libro-lector es importante. No todas las historias o personajes le llegan igual a todo el mundo.

@Ana, guapa, bienvenida!!! ¿Qué tal han ido las vacaciones?

Hyku dijo...

A ver si un día vas a tener un disgusto con eso de fumar en cama...

Besos sin nicotina

Belén dijo...

Yo si leo no fumo... ah no calla, que lo estoy dejando ;)

Besicos

María dijo...

@Hyku... Eso me dice todo el mundo, espero que no...

@Belén: Espero que lo que estés dejando sea el tabaco, no la lectura