miércoles, 19 de agosto de 2009

Escribir de oficio

Un buen día una editorial de libros de texto, tras estudiar tu curriculum y entrevistarte un par de veces por teléfono, decide que eres una experta en determinada materia sobre la que ellos quieren editar un manual.

Y tú, henchida de orgullo y satisfacción, aceptas escribir ese manual. ¿Escribir? ¿Sobre un tema que conozco? ¿Y encima me pagan? Pues claro... ¿dónde hay que firmar?

Hay que firmar en un contrato... con un montón de letra, mucha de ella, chiquitita... Algunas cláusulas, digamos... pelín abusivas. ¿Que lo que escriba no podré utilizarlo en otro libro en 10 años? Bueno... no creo que vuelva a escribir sobre el tema. ¿Qué pagáis XXX euros por 200 páginas y que no pagáis ni un céntimo hasta que no esté finalizada la obra? Bueno... voy a hacerlo en mis ratos libres, es un extra no un salario. ¿Qué tengo que cumplir plazos casi casi inhumanos para entregar y corregir el material? Bueno... no creo que tenga problemas con eso, las noches son largas e incluso mi trabajo me ofrece algo de tiempo para escribir.

En fin. Autora firma. Editor firma. Ya está. ¡Voy a escribir un libro! Bueno, mi nombre no aparecerá en la portada... sólo en el interior del libro. ¡Pero será mi libro!

Me mandan el temario. Muy, muy cerrado porque lo marca un real decreto. Poco deja a la imaginación... es un libro de texto. Mejor, pienso, así no me volveré loca teniendo que inventar.

Me mandan el cronograma de entregas. Una unidad entera cada dos semanas. No está mal, ¿no? Son unas 25 páginas por unidad, no llega a dos páginas al día...

Me mandan la guía de autor. Donde me indican a qué tamaño, qué tipo de letra, qué espaciado... debo utilizar para escribir. Y cómo se realizarán las correcciones a las unidades; en qué color debo corregir yo, en qué color corregirán los pedagogos...

Pues bien. Está todo claro. Manos a la obra.

Preparo cada unidad en un documento, escribiendo el índice y los epígrafes sobre los que he de escribir. Para hacerme una idea de conjunto. Saber dónde ubicar cada cosa y buscar material para determinados epígrafes cuyo contenido no domino y, en ocasiones, desconozco por completo (aunque sea una experta en la materia).

Bien. Fase de documentación. Una semana buscando libros físicos y digitales. Apuntes. Revistas. Artículos. Esto para la unidad 1, ésto irá bien en el epígrafe 4 de la unidad 3. Se me amontonan los papeles.

Sigamos... Toca ponerse a escribir. Tras la semana de documentación, ahora sólo tengo una semana para la primera unidad.

Y de repente me encuentro sentada frente al ordenador, con una página casi casi en blanco frente a mí. Sí, hay un epígrafe que me da pautas. Pero... ¿por dónde empiezo? ¿Cómo lo enfoco? De repente me doy cuenta de que en unos meses habrá un montón de estudiantes de FP sentados en una clase con mi libro (aunque no ponga mi nombre en la portada) delante, subrayando sus palabras con rotuladores fluorescentes o dibujando florecitas en los márgenes... distraídos. Ya está, ya me entró el agobio. ¿Qué hago yo escribiendo un libro de texto?

Finalmente comienzo. Una idea, otra... Un pequeño cuadro explicativo. Un diagrama de flujo. Un dibujo. Más texto... Ésto lo he extraído de tal libro... añado un autor a la bibliografía. Y sigo, y sigo, y sigo... 24 páginas.

Enviar. Esperar.Cometo el error de no seguir escribiendo el segundo tema mientras espero la corrección del primero. La corrección tarda y se me echa encima el plazo de esa segunda unidad. Finalmente me pongo a escribir, con el miedo de que el estilo no sea el que buscan, y me toque reescribir ambas unidades.

Y llega la corrección. Está casi todo en verde!!! Y eso es malo, muy malo... Porque lo que está en verde quiere decir que debe ser corregido.

Verde me pongo yo. Que si ésto no es una idea original, que si ésto ha sido extraído de esta web ("se adjunta captura de pantalla") - mecagüengoogleyotrosbuscadoresdetexto-, que si ésto debes expresarlo de otra manera, que son estudiantes de FP y no universitarios... Verde y deprimida, así me siento tras esa primera corrección. Menos mal que M. - mi técnica de contenidos- me anima, me dice que es normal cuando se escribe un libro de este tipo por primera vez, que no me preocupe y que tengo 3 días (¿3 días? ¿ se ha vuelto loca?) para rehacer el capítulo entero y, además, enviar la unidad 2.

En esos momentos me arrepiento enormemente de haber aceptado este encargo. ¿Pero qué necesidad tenía yo de meterme en este berenjenal? Que una cosa es llevar cinco años trabajando en este sector y otra muy diferente plasmar en un libro mis supuestos conocimientos...

En fin, contrato obliga. Así que no queda otra.

Corrijo. Leo mucho. Me documento. Me especializo en el arte de la paráfrasis (porque chico, no se pueden llenar 200 hojas con ideas absolutamente originales. Es imposible. Alguien ya lo pensó antes que yo). Referencio adecuadamente para evitar la temida palabra (plagio).

Escribir por obligación es una mierda, pienso. Escribir de oficio es muy, muy sacrificado. Muy cansado.

Por fin el contenido ya está finalizado (después de 5 meses). Pero no el libro. Queda corregir la última unidad. Luego me mandarán la maqueta final, que deberé revisar y realizar las últimas correcciones. Y finalmente tendré 7 días para corregir las galeradas (el texto impreso).

Todavía queda. No veo la hora de ver la impresión final. Aunque no lleve mi nombre en la portada.

12 comentarios:

TitoCarlos dijo...

Una vez hice una marcha en Sierra Nevada que tenía cuatro etapas en dos días. Sentí mucha satisfacción al terminarla pero me prometí no volver a hacer semejante machada. En los anales queda escrito aquel paseo épico.
Quizá no vuelvas a realizar semejante cosa, salvo que consigas que sea rutinario y no te parezca mal como sobresueldo...

Un beso,

Alfonso Carlos dijo...

A mi me propusieron tambien escribir un Libro pero mi Spider sentido no dejaba de gritarme..." Palmas, palmas, palmas " ...asi que no acepte....y mira chica..no me arrepiente. En cualquier caso, ya solo te falta plantar un arbol no ?

Besos y no te agobies

María dijo...

@TitoCarlos... sí, es algo parecido a esa marcha. Sé que sentiré mucha satisfacción al final, pero las etapas están siendo duras.

@Alfonso... Ya planté unos arbolitos hace años. Lo que me falta es tener un hijo (bueno, según se mire...). Se puede decir que ya he cumplido, ya me puedo morir tranquila, jejejeje. Gracias por los ánimos, guapo. Ya no me queda nada!!! Y en cuanto me paguen, me voy a pegar un finde de buceo de los de no llevar bocata!!! jajaja

Driver /Diego dijo...

Un día me acerqué a la Feria del Libro, en el Parque del Retiro, en Madrid.
Tenía la intención de comprar "El espejo del mar", un libro de Conrad, escrito a principio del sigo XX.
El tal Conrad se había aburrido de la vida en tierra y se embarcó durante veinte años. Cuando se cansó de navegar se afincó en Inglaterra y se puso a escribir sobre el mar y la naturaleza humana.
Vi la reseña del libro que se acababa de reeditar, traducido por Julián Marías.
Después de preguntar en trescientas casetas sin resultado alguno, un chaval que tenía un ordenador en una caseta me arregló el día."El traductor está firmando en la cesata 425".

Dos de la tarde, hambre y calor.
Compro el libro y le pido al traductor que me lo firme.
Hablamos un rato sobre el placer de escribir.
Frases cortas, el calor y el hambre nos obligaron a decir la verdad.
Driver: "Soy un simple aficionado y me lo paso pipa escribiendo".
Marías: "Esto de escribir por encargo es un suplicio; cuando voy por la mitad siempre quiero dejarlo, y mi representante me tiene que recordar las claúsulas de penalización que rigen en el contrato. Esto es horrible".

Me despido y busco una fuente para meter la cabeza debajo y no morir allí mismo.

Abro el libro y leo la dedicatoria.

"Para Diego, el chico que ha conseguido lo que yo nunca voy a lograr. Deisfrutar con las palabras. ¡Qué suerte tienes pardillo!."

Guardo el libro, la dedicatoria y las ganas de disfrutar.
Ese día me dí cuenta que nunca iba a intentar escribir por encargo.
Regalo cuentos a cualquier persona.
Quiero seguir teniendo suerte.

sunsi dijo...

Rocío... te voy a poner en contacto con mi hermano... Te leía y es como si estuviera viéndolo a él. También un libro de texto, de lengua, 4º de ESO. Su nombre sí figura en la portada. Esperar las correcciones... verde que te quiero verde. Mira... como un parto. Igualito que tú. Y también fuera de horario. Lo plazos...

El suyo ya ha vito la luz. La segunda parte... que les guste a los profes... que se venda...

No te lo vas a creer. Ha repetido. Esta vez uno de Comentario de textos.

Observo que la historia de los libros de texto es idéntica en todas las editoriales. Sólo que me da que tú no vas a repetir.

Me alegro de que lo cuentes al final. Eso significa que el peso te lo quitas pronto de encima.

Besos... Cuéntaselo a los peces... pero no los espantes demasiado

María dijo...

@Driver: no le faltaba razón a Marías. Ni a tí tampoco. Escribir por placer es lo mejor del mundo.

@Sunsi: Pues sí. Pero más que como un parto... es un pesado embarazo (de los de mareos, náuseas y vomitonas). Luego vendrá el parto y me olvidaré del sufrimiento y me sentiré orgullosa de mi vástago de papel. Tengo ganas de verle la carita!!! jajajaja. Besos!

Capitán dijo...

Rocío, está claro que el escritor puede serlo por vocación o por oficio, lo que nunca obtuvo fue beneficio, qué se le va a hacer.

Seguro que cuando acabes la satisfacción del libro terminado lo compensa todo.

Anónimo dijo...

Para mí ser escritor, en cualquier de sus versiones me parece algo de lo más difícil, esa habilidad para enlazar palabras, frases... la verdad es que os admiro. Así que enhorabuena por tu libro!
Besitos

Belén dijo...

Buf, es que escribir es muy dificil sea una novela, un relato o una unidad de fp...

Ánimo

Besicos

Suso dijo...

Con el tiempo que le has dedicado (¡encima no saldrá tu nombre!),y la imaginación que tienes,ya podrías haber escrito una novela.

La espero

María dijo...

@Capitán: eso espero, que el resultado final al menos me dé esa satisfacción.

@Vane y Belén: Gracias guapas!

@Suso: ¿Una novela? ¿Yo? Si yo imaginación tengo muy poquita... Qué va, qué va!!! Me temo que es mejor que esperes sentado, jeje.

celegiqui dijo...

Parece que el dilema está entre disfrutar escribiendo o escribir sufriendo.

Yo me pregunto, ¿no existirá el camino del medio? Tal vez internet esté abriendo ventanas en ese sentido, ya que uno puede mantener un blog y poner AdSense y escribir de lo que le dé la gana.

Y a medida que la "industria" crece, también crecen las opciones, porque ya están apareciendo sitios "de terceros" con un nivel más profesional y dedicado excusivamente a los escritores. Ejemplos de esto son Triond y los Knol de Google.