martes, 25 de agosto de 2009

El secreto de Aristóteles



Todo el mundo andaba buscándole.
Y cuando digo todo el mundo, digo todo el mundo.
Había encontrado el cuarto libro de Aristóteles, el que hablaba de la risa, el libro más buscado en la historia de la Humanidad.
Lo encontró de casualidad, y lo escondió en una isla.
Nadie pudo arrancarle nunca el secreto.
Le habían ofrecido de todo: riquezas, honores, sabiduría.

Nunca descubrió su secreto a nadie, hasta que un día ocurrió un suceso extraordinario...

Tomaba un café con un amigo en una terraza de la ciudad.
Éste esperaba a una compañera de trabajo.

El mundo se paró.
En ese preciso instante en que ella llegó.
En ese momento en que sus miradas se cruzaron.
El mundo se paró.

Hermosa como un atardecer.
Embriagadora como las olas del mar.

Él sonrió.
Ella bajó la mirada.

Pasaron una agradable tarde de charla.
Él trataba de hacerla reír.
Ella no reía nunca.

Se le anocheció el alma.
Aquella mirada que no reía le estaba volviendo loco.

Se vieron otras veces.
Se encontraron en múltiples situaciones.
Nunca la vio ni tan siquiera esbozar una sonrisa.

....

Y entonces se dio cuenta.
Tenía que desenterrar su tesoro.
Tal vez en el libro de Aristóteles encontraría la forma de hacer reír a la chica.
Removió Roma con Santiago.
Tiró su escasa fortuna por la borda y se fue a la isla donde había escondido el libro.

...

Al llegar a la posición secreta, al llegar a la longitud y la latitud exacta, se encontró con una sorpresa...

La tierra estaba removida allí donde había guardado el cofre con su libro...
Cavó con sus propias manos hasta encontrar la cajita de acero.
La cerradura estaba forzada. La caja estaba abierta.

....

En su interior una foto de ella.
Sonriendo.
El corazón se le escapó por la boca al verla.
Sus manos, temblorosas, cogieron la nota que ella había dejado y que decía....

"Soy una ladrona.
Te tendí una trampa.
Te robé el cuarto libro de Aristóteles, el que trata de la risa, ése que han buscado tantas generaciones de hombres. El texto que todo el mundo quería tener, pues se supone que contenía las bases de la felicidad absoluta.”



Pero resulta que el libro no contiene ni textos, ni dibujos.
Tan sólo hay una dedicatoria extraña en la primera página.

"Entierro este libro aquí, hoy 12 de marzo del 2.000, para llenarlo con las historias que viviré con la mujer más maravillosa del mundo, aquella que deje que le enseñe a sonreír".

Y después, tan sólo, una firma.

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"El secreto de Aristóteles", escrito "a pachas" con Driver, con nocturnidad y alevosía. Aunque la culpa, la idea y la genialidad es toda suya!!!

41 comentarios:

Driver dijo...

¿Genialidad?, te has pasaaaaaado tres pueblos, Rocío.
¡Va!, una sólo.
"...desde que le llegaron noticias de su paradero, se mantenía andando. Caminaba por la pradera. Reptaba por la llanura. Avanzaba por el páramo.
Le dijeron que ella vivía en una lejana ciudad con puerto.
Se mantenía lo más erguido posible. Su pierna izquierda le fallaba algunos días.
Caminar. Caminar. Sólo pensaba en caminar, verla y decírselo...(¿sigues?)

María dijo...

Ay... Driver... me pillas mal hoy. Que ando corrigiendo "el libro maldito"... Si acabo pronto, te escribo una continuación... Ay!!! Que me haces pensar!!! Jajajaja.

A ver si ahora me concentro en lo que me tengo que concentrar y no en esa cojera izquierda...

Driver frenando dijo...

Venga, concéntrate.
Otro día.
Pero..., te anticipo que la escena final es un Clipper a punto de zarpar.

ana dijo...

Siempre echándole la culpa al otro!!!!

ay!
ay!
ay!

... anda que no se os ha visto a los dos con premeditación y alevosía en pleno complot!!!!!


SALUDOS

ana dijo...

Si es que hasta en la foto que ilustra la entrada se ve la complicidad.... jajajaja... que no me había fijado en la foto...

... vaya par de dos!!!

María dijo...

Ahí queda:

...
Caminaba de noche. Solamente de noche.
Hasta el amanecer.
Sin parar un instante, ignorando el dolor de su pierna maltrecha.
Recorriendo caminos solitarios, evitaba encontrarse con nadie.
Si vislumbraba una luz que se acercaba, se escondía entre la maleza.
Si llegaba a sus oídos alguna voz humana, corría a refugiarse entre los árboles.

Caminaba de noche. Hasta el amanecer.
Cuando el sol comenzaba a despuntar en el horizonte buscaba un lugar recogido, un recóndito espacio que le permitiera descansar, oculto.
No podía correr el riesgo de ser descubierto.
No podía correr el riesgo de que alguien le viera.
No después de todo aquello.

Anónimo dijo...

Que genial, me ha encantado!
Besitos

Belén dijo...

Muy bueno!

me ha captado y me han entrado muchas ganas de seguir leyendo, eso es complicado!

;)

Besicos

molinos dijo...

A ver ahora...

Que historieta tan chula, cómo mola que tengáis tantas imaginación.

Suso dijo...

¡Buena historia!

María dijo...

@Driver... vamos, vamos... que se nos enfría la historia... jajaja.

@Ana... Pues sí... sólo me faltaba este acicate. A mí me falta imaginación para que surja la idea inicial. Pero como eso lo pone Driver, es genial!

@Vane... me alegro. Un besote. (¿Me cuentas tu secreto? jejeje, es broma)

@Belén... ¿De seguir leyendo? ¿"El secreto de Aristóteles" o los comentarios?

@Moli: Por fin, maja. Que mira que eres especialita...

@Suso: gracias, hombre feliz!

Driver acelerando. dijo...

Caminar. Caminar.
...
Su instinto le decía que quedaba poco tiempo.
Así que se dejó de medias tintas y caminó todo un día, toda una tarde, toda una noche.
Su pierna izquierda era un clamor. Le dolía cada vez más.
"Vamos, chico, vamos."
...
Al atardecer llegó a la ciudad costera y se dirigió directamente al puerto.
Tenía que encontrarla, decirle lo que le tenía que decir.
Preguntó por ella en tabernas, comercios y navieras.
Alguien tenía que saber algo de ella.
¿Se habría casado?, ¿embarcaría para Europa?, ¿estaría enferma?.
Una chica tan bella como ella tenía que llamar la atención.
...
Su pierna izquierda le dolía cada vez más. El salto que dio en la tapia de la penitenciaría se la dejó magullada. Por eso le perseguían.

Era un prófugo del amor.

...(sigue, Rocío, déjame el final que lo tengo en el coco)

Anónimo dijo...

¡¡Que locura!!,sois buenas. espero impaciente el final.

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

Sois los Lapierre-Colins del relato corto.
Pero para mantener tu imagen intelectual lo que haceis no se dice "a pachas" se dice "con pie forzado"

Driver dijo...

Rocío, ¿te viene bien acabar éste, hoy de 11:00, a 11:30?.
Tengo que acabar nosecuantos presupuestos antes; entre cincuenta o sesenta mil, creo.

Capitán dijo...

¿Y qué más robó?, tiene pinta que cuando aprendió a sonreir, retransmitió la alegría.

Muy buena historia

María dijo...

Driver, no puedo acudir a la cita literaria esta noche. Tengo otra cita importantísima!!!!! Jajaja

Así que te dejo mi continuación. Espero tu final. Remátalo!!!

....
Nadie supo darle razón de su paradero. “Quizás viva en la parte alta de la ciudad” “Puede que haya marchado”

La noche le encontró en el puerto. Cansado, sucio y solo.
Encontró refugio entre un montón de sogas enrolladas, cuerdas de amarre y trozos de vela que le servirían para descansar.

Tenía que encontrarla.
Tenía que decírselo.
Decirle que aquello lo hizo por ella.
Por salvarla.
Aunque fuera mentira. O aunque no fuera exactamente toda la verdad.

...
Se despertó con el movimiento ruidoso de los estibadores que acudían a la faena.
Apenas amanecía.
La humedad había hecho mella en su pierna.
Le costó levantarse.

Pero el ansia, la curiosidad, la necesidad, le empujaron a ponerse en pie.
Tomó el camino que salía del puerto.
Caminó por callejuelas estrechas de olor a pescado y salitre.
Llegó al mercado de las flores.

Caminó entre los puestos recién instalados.
Saboreó mil aromas.
Respiró cientos de colores.

Pero su mirada se detuvo en una única visión.

Era ella.
Ella.

....

María dijo...

@ Alone... Bienvenido. No sé si seremos buenos, pero nos lo pasamos bien, eso seguro! Gracias por tu visita. Ah! Somos "buenos", no "buenas", que Driver es un señor hecho y derecho.

@ Gonzalo... Lo de "a pachas" es así, "a pachas", vamos, "a medias", que también viene en el Diccionario de RAE. En cuanto a lo del pie forzado no estoy totalmente de acuerdo, porque aquí no hay nada establecido de antemano y si no me equivoco, el pie forzado es eso, ¿no? (Corrígeme si me equivoco).

@Capitán: eso lo dejamos a la imaginación de cada uno... Aunque bien podíamos haber escrito "Continuará"...

Driver dijo...

Ok, remato esta noche.
Gracias por el espacio.

Driver dijo...

¿O te espero y lo escribimos otro día?. Es más divertido "a pachas".
Elige tú el método.

María dijo...

Dale Driver! Que no quiero liarme y estropear ese final que tienes tan premeditado!!

Tiempo habrá para más pachas, ¿no?

D dijo...

Ok, socia.

Laia... dijo...

He llegado de rebote, pero creo que volveré... el texto me ha encantado

María dijo...

Hola Laia, bienvenida! Me alegra que te haya gustado... Vuelve cuando quieras!

Driver I dijo...

...
Estaba asomada al ventanuco de un carruaje de caballos.
Era una despedida, frente a una casa de piedra.
El profugo se quedó observando tras una columna. Su condición de perseguido le obligaba a ser prudente.
El carruaje arrancó, empujado por dos potentes percherones, y se perdió en el laberinto de callejuelas.
En dirección al puerto.
Ella no pudo verle.
...
Desde la parte alta de la ciudad, el puerto era un bullicio de actividad.
Veleros enormes que atravesaban el océano. Mercadería transportada en carruajes de roble. Velas recién azotadas por los vientos atlánticos.
...
Destacaba un velero.
"Princesa del Atlántico".
La embarcación más rápida del mundo en ese momento.

Bella como una sirena.
...

Driver II dijo...

Corrió cuesta abajo, hasta el puerto.
Vio como Ana subía al bello velero.
Preguntó cuanto faltaba para zarpar.
Media hora.
Intentó subir abordo, pero un fuerte marinero que custodiaba la pasarela se lo impidió.
...
Su alma ardía.
La iba a perder para siempre.
Para siempre.
...
Preguntó. Dirigió sus pasos a las oficinas de la naviera.
Tenía que detener el velero.
Como fuera.
...
"Lo recuerdo bien. Era un hombre sucio. La pernera izquierda de su pantalón estaba manchada de sangre seca.
Cojeaba mucho.

Tenía yo por entonces 10 años.
Acostumbraba a pasar los días de verano en la oficina donde trabajaba mi abuelo.
Me acuerdo muy bien.
De todas y cada una de sus palabras"

Driver III dijo...

-"Necesito que detenga el Princesa del Atlántico".
-Mi abuelo-marino retirado- le respondió: "Deme una razón y dígame cómo lo hago".
-"Tengo que hablar con una pasajera de nombre Ana, es urgente".
-¿Ana, qué?.
-"No sé su apellido".
-"¿Se le ocurre una forma de detener un velero de 450 toneladas?"
-"Tampoco lo sé".
"Veamos, usted necesita un milagro, lo que pide es imposible"
-"Entonces cruzaré el Atlántico a nado, tras el velero".
-"Seguro que moriría, este mar es como el diablo, te manda al infierno".
-"Si he de elegir entre el diablo y el infierno, elijo el infierno. Allí somos más."

El prófugo le arrancó de un manotazo al niño, un flotador con el que jugaba.
"¡Devuelva usted eso, es propiedad de la compañía!", - le gritó mi abuelo-.

"¡Lo siento, lo necesito!, ¡No se nadar!"

Driver IV dijo...

Le pregunté a mi abuelo quien era ese hombre.
"Un loco, un enamorado, o seguramente, ambas cosas".
Le pregunté a mi abuelo que porqué la gente que se quiere no puede estar junta.
"No lo se".
Ya puestos le pregunté a mi abuelo que porqué nunca conocí a mi abuela.
Ya no me respondió.
Me lanzó una zapatilla, abrió una botella de ron y me dijo que me acercara a la bocana del puerto y viere lo que pasaba.
...
El Princesa había zarpado. El prófugo saltó al mar y braceaba aferrado al flotador de la compañía.
Directo a la muerte.
...
Volví y se lo conté al abuelo.
Estaba sentado con los pies sobre la mesa, leía con mucha rapidez un manual de la compañía. La botella estaba medio llena o medio vacía. Depende.
...
Dejé al abuelo leer y beber en silencio.
Empezó a canturrear una de marineros.
"Y si vuelves, hoy mi amooor, si te vuelvo a encontraaaar, sería capaz de bebeeerme toooodo el maaaar".

Entonces, por primera vez en su vida, mi abuelo me habló como si yo fuera un hombre mayor.

Elevó su dedo índice, y fue dibujando cada una de las letras que me dijo, en el aire. Sin dejar de beber ni un solo momento.

"Mira chaval, hay una razón por la que nunca conociste a tu abuela, y es que cuando yo era como el señor sucio que está ahora persiguiendo al Princesa, no se tropezó a uno como yo. Esa es la verda, hijo".

Me miró a los ojos y como pagando una deuda con el destino me dijo:
"Saca el cajón de banderas y vente al mástil del acantilado".

Arrastré como pude el cajón de banderas y fui al mástil del acantilado.

"Voy a parar el Princesa".
"Dame las banderas en el orden que yo te diga".

Ahora mi abuelo no era mi abuelo.
Ahora era un marino de veinte años.
Izaba e izaba. Una bandera tras otra. Una y otra vez. Y se reía. Mi condenado abuelo se reía.
Se reía , tomaba ron e izaba las banderas, todo a la vez.

Al rato, el Princesa recogió trapo.
El puntito blanco a una milla del velero, era el prófugo batallando una ola, y el viejo que estaba en el suelo riendo es un gigante.

"Le pregunté que qué había hecho".

"Mentir, hijo, mentir"

"¿Mentir, abuelo?"

"Si, chico. Esta vida es una completa sucesión de mentiras. Una más no creo que se note. Ya has escuchado a ese loco a punto de matarse. Entre el diablo y el infierno, es mejor el camino del infierno"

"¿Qué mensaje mandaste al Princesa?".

Mi abuelo se incorporó con cierta dificultad, se apoyó en el mástil, y antes de caer redondo tras consumir tres botellas de ron en media hota, me lo dijo.

"Urgente. Desembarquen a la pasajera de nombre Ana. Tiene tifus."
...
Corrí como una bala a la bocana.
Vi como desembarcaban en una chalupa a una pasajera desde el Princesa.
La misma barca recogió al prófugo, que agarrado a mi flotador, langidecía.
Tras media hora de remo los dejaron a ambos en la playa.
La chalupa volvió al Princesa.
Soltaron trapo y se fueron al Viejo Continente.

Driver V y fin dijo...

Vi como el hombre y la mujer salían corriendo.
En dirección contraria a la ciudad.
Hacia el oeste.
El hombre cojeaba.
...
Volví a la ciudad.
Mi abuelo estaba durmiendo la borrachera.
Así que me fui a casa, jugando a que mi pierna izquierda cojeba, empecé a canturrear: "Y si vuelves, hoy mi amooor, si te vuelvo a encontraaaar, sería capaz de bebeeerme toooodo el maaaar".
...
Aquel día que mi abuelo me habló por primera vez como un hombre, aprendí algo importante.

"Es mejor el camino del infierno.

Al fin y al cabo...

Allí somos más."

ana dijo...

Remate y final.

Y aquí nos quedamos,
enganchados a los cuentos
y con ganas de más.

genial!!!

Fiebre dijo...

El peazo comentario que había escrito... y se ha esfumao, casi mejor.

Menos bonita..le decía de tó a la SOCIEDAD.
Un beso, querida guerrera...

SOMMER dijo...

Espectacular... sin más...

Voy a seguir leyendo, que están los comentarios tan interesantes como tus post.

Besos

Modestino dijo...

Que gran post ... hasta hoy no he podido leerlo.

Olga Bernad dijo...

Me ha encantado leeros.
Buena pareja;-)
Saludos.

María dijo...

"Es mejor el camino del infierno.
Al fin y al cabo... Allí somos más."

Buen remate, Driver... Pero ¿qué pasó con nuestro cojo y su amada misteriosa? ¿Qué fue lo que él hizo para acabar por ella en la cárcel?

Habrá que inventar una historia paralela... Quiero saber qué les pasó!!! Y no me vale un "vivieron felices y comieron perdices" Jajaja

A ver si el fin de semana me da un poco de tregua...

Gracias por el final.

María dijo...

@Fiebre... "Menos bonita..le decía de tó a la SOCIEDAD. Un beso, querida guerrera..." No te pillo!!! Lástima que se borrara el comentario...

@Sommer... ¿Cómo va ese veranito? ¿No te asas de calor con el mono de ski todo el día puesto? Jeje

@Modestino... Gracias, me alegra que te haya gustado.

@Olga... un fuerte abrazo!

Driver dijo...

El fin de semana vienen mis dos colaboradoras preferidas.
La Sarita de 8 y Pilar de 10.
La Sarita es la bomba.
Me ayuda con los cuentos.
Igual podíamos escribir un cuento sobre el cojo y su amada misteriosa en clave doble (para niños y para adultos).
A veces, escribiendo para niños, salen cosas muy divertidas para adultos.
Es cuestión de probar.
...
Si me "picas" entraré al trapo.
Fijo.
Con la Sarita al lado, es muy fácil.

María dijo...

Venga! A ver como se portan las pequeñajas!

Fiebre dijo...

Tampoco tenía nada que ver con el relato. Me pillaste reflexiva y era un pensamiento en voz alta sobre como a veces el mundo usa riquezas y honores para compensar las cosas más simples, o sea "el secreto".

Pero de día, depués de unaas tapitas y un tinto de verano también ve una un montón de gente que posee un cofre y no se lo arrebatan.
Tienes un blog de ir leyendo poco a poco y sin prisas. Me gusta.

María dijo...

Fiebre... Gracias, es que no me había enterado muy bien de lo que me querías decir. Pásate cuando quieras y comenta... Espero que tus comentarios no se pierdan más en el ciberespacio, que da una rabia... Te leo.

tomae dijo...

...gran relato Broter! jajaja Sarita ya sabía tirarse a la piscina, eres un pillo.

(con permiso R) alguien me dijo que viniera, Un saludo, y feliz vuelta al negro...sobre el blanco.