lunes, 28 de septiembre de 2009

Ciudad




Perdida en medio de la ciudad

... Sola ...

Envuelta en sonidos malsonantes que me ensordecen.
Ruido de miles de coches en su loca carrera.
Miles de destinos desconocidos.

... Humos ...

Polución que corrompe al aire hasta hacerlo irrespirable.

... Ciudad ...

Estructura gris de acero y cemento.
Caminos de asfalto. Árboles de hormigón.
Oscura materia.

... Perdida ...

Entre cientos de rostros indefinidos.
Ojos que huyen.
Prisas.
 Voces y silencios.
 Ropas. Gente.
Hormiguero humano sin reina ni madre.

... Autómata ...

Determinados seres recorriendo las calles.
Un robot más entre miles.

... Programada ...

Un yo sin individualidad.
Sujeto singular absorbido por la tercera persona del plural.
Domesticada en esta granja humana.
Bailando al ritmo que impone la masa.

... Perdida en medio de la ciudad ...




24 comentarios:

Driver dijo...

...perdida en medio de la ciudad...
Paso conduciendo con prisa.
Una décima de segundo, tan sólo una décima.
Relámpago corto.
La veo tan rápido, que sólo adivino.
Debajo del abrigo late.
La Reina de Saba.

ana dijo...

Son duras en exceso, a veces, las ciudades... y al final, cuando llegas al silencio de tu casa, o a los ruidos de tu casa, sólo entonces te puedes desdecir de ese sentimiento de desarraigo que te ha estado inundando durante el día.

Y vuelves a ser tú, ante el encuentro de la resonancia de la casa que habitas... o que te habita.

Son duras algunas ciudades... sí.

Rocco Lampone dijo...

...perdido en la ciudad...
que adora al becerro informático
a su satán tecnológico

...miedo...
a no reconocerte si me cruzo contigo
a no reconocerme ante el espejo
a no poder recomponer mi corazón

...miedo...

a que tu corazón olvide el mío
a perderme en mis pasos
mientras mi mente intenta fijarse
en los tuyos...

...metal...
que perfora mi sentido y abotarga
mi lengua...

...soledad...

Hyku dijo...

Cuando te rebelas, desaparece el anonimato...

Besos con aire puro

Capitán dijo...

Sin duda no lo has escrito en Salamanca, ¿verdad que no?

Un abrazo

María dijo...

Driver... ¿La reina de Saba? ¿Qué hace Salomón en la ciudad? :-)

Ana, sí que son duras algunas ciudades... afortunadamente yo vivo en una ciudad tranquila, aunque a algunos les parece ya tan excesivamente grande que la llaman "el tercer mundo"...

¡Rocco!... Hoy es sin duda el día de la poesía... Te veo al 100% en tu vena poética. ¡Me gusta!

Gracias por el aire puro, Hyku ... siempre viene bien.

Obviamente no, Capitán... el texto tiene la friolera de 14 años, escrito en un invierno madrileño...

Alfonso Carlos dijo...

Pues fijate que llevaba algun tiempo pensando escribir sobre la soledad de las grandes ciudades, donde la gente no camina. Flotan como espectros sobre el asfalto. Por eso me gusta mi ciudad.
Ya lo has dicho todo.

Un abrazo guapa

Rocco Lampone dijo...

Rocío, me alegra y me enorgullece que te guste lo que a veces pulula por mi mente...

gracias!

Modestino dijo...

Es cierto que las ciudades pueden ser inhumanas, que nos vuielven demasiado anónimos, pero tengo que admitir que callejear es uno de los modos de evadirme que tengo.

No puedo evitar tener mi parte de urbanita.

Anónimo dijo...

vaya... me he sentido identificada con cada una de tus palabras!
Besitos

Anónimo dijo...

La ciudad que más asfixia es la interior.
Bsos

María dijo...

Pues escríbela, Alfonso, seguro que le das un punto de vista completamente diferente. Yo también me encuentro cómoda en mi ciudad. Aunque a tí ya te parezca el tercer mundo...

Modestino a mí también me encanta callejear... pero cuando te enfrentas a una ciudad como es Madrid por primera vez, es dura. Luego ya, cuando le has tomado el pulso y sobre todo cuando la paseas por ocio y no porque tienes que ir al trabajo corriendo, es otra cosa.

Vane, ¿tú también te has tenido que perder en la gran ciudad?

Markos quizás en lo que dices está la clave... que si uno está agobiado por dentro, todo lo exterior puede aumentar ese agobio. No obstante, hay ciudades, grandes urbes, que agobian por sí mismas, esas prisas, ese tener que ir corriendo a todas partes...

Suso dijo...

Hoy estuve en tu ciudad y también me perdí...por culpa de los príncipes y la poli,¡estaba tomada !

Perdida en medio de la ciudad

... Solo ...

Envuelto en sonidos malsonantes que eran mis tacos.
Ruido de miles de coches en su loca carrera.
Miles de polis desconocidos y achulados

Chirly dijo...

Es madrid, tal cual. Catorce años no lo iban a cambiar. No a mejor, desde luego. El antídoto: los páramos que tan bien conoce Suso. De vez en cuanado es bueno tomarse una píldora de soledad...

Driver dijo...

Rompo una lanza por Madrid, mi pueblo.
A quienquiera saberlo, Madrid tiene mar.
A cualquiera que quiera verlo, sólo tiene que pedírmelo.
Es gratis.
...
Gratis como El Retiro, la Cuesta de Moyano y sus libros, el Prado, las terrazas, la maratón, la curiosidad de un joven o la mirada atenta de un anciano.
La mayor parte de las cosas que merecen la pena son gratis.
Escribir.

María dijo...

Suso... eso te pasa por venir a mi ciudad y no invitarme ni a un café. Entre los polis, mi cuñado y mi hermana, contra tí!!!

Chirly... O un paseo por una ciudad tranquila como la mía... o una escapada al mar... o simplemente disfrutar de una ciudad como Madrid en fin de semana, que parece otra, oye. Y me encanta!

Driver... no te me ofendas, hombre. Que no es nada contra Madrid en sí misma. Es el sentimiento que evocan todas las grandes urbes... Y no lo niegues. Porque Madrid tiene millones de encantos, mar si quieres... pero el tráfico, la polución y las prisas no son ninguno de esos encantos. Como le ocurre a todas las grandes ciudades.

Driver dijo...

Tranquila Rocío, no me ofendo ni de coña.
Por cierto, ¿a que no sabes en qué empleo mi tiempo en los atascos?
En inventar historias.
Me relaja.
Hoy nuevo record: 14 km de mi casa al curro en 60 minutos.
Ése es mi truco,aprovechar los atascos para hacer lo que me gusta.
Si vienes un día te enseño el mar.
Lo que no estoy seguro es que puedas bucear en él. ;))

aapayés dijo...

Un gusto leerte.. me gusta como desarrollas tus versos.. Excelente

Un abrazo con mis
Saludos fraternos de siempre..

sunsi dijo...

Bonito porque sí, princesa. Parece un caligrama. Qué bonita incluso la forma... cómo has dipuesto los versos.

A veces me encanta callejear y que no me conozca nadie... Pero la soledad no... eso me aterra.

¿Te has buscado ya un editor?

Un beso, poeta

María dijo...

Un placer verte por aquí, Adolfo. Gracias.

María dijo...

Driver... mira, eso es lo que echo en falta de mis tiempos madrileños o zamoranos... las horas de carretera eran increibles para pensar en muchas cosas.

María dijo...

Sunsi, hada madrina... eres una exagerada!!!!! Jajajaja. La soledad, sólo cuando es elegida. En cualquier otro formato... fuera, fuera. Besos guapa.

Driver madrileño dijo...

Madrid es una ciudad repleta de gorriones.
Tienen una vida corta pero intensa.

Los hay que saben lo que se hacen, anidan en el Círculo de Bellas Artes.
Otros acostumbran a posarse en las casetas de venta de libros viejos en la Cuesta de Moyano.

Pero los que más me gustan son los que suelen acudir, muy temprano, a la terminal internacional del aeropuerto de Barajas. La T-4.

Aquello es territorio comanche para ellos, pues las autoridades disponen de halcones para dispersar a las aves.

Los gorriones, como saben que los halcones sólo trabajan de día, se acercan con las estrellas, para ver al gran pájaro argentino.

Ciento sesenta toneladas azules con forma de Boein 747 de Aerolíneas Argentinas.

Cada día, a las cinco horas solares, toma tierra.

Sus turbulencias dibujan caracolas en el borde de sus alas. Magia aerodinámica. Mecánica de fluidos divinos.

Tras aeronavegar toda la noche sobre la gran mar océana, se posan en Madrid.

El pájaro azul.

De sus entrañas surge una avalancha de buscavidas, que otean en el horizonte una señal de esperanza.

Y lo primero que ven al llegar a mi pueblo es un gorrión.

Y entonces, sólo entonces, cuando comprenden que la pequeña ave está allí para darles la bienvenida, al sentir que el gorrión se la está jugando con un par, pues el halcón puede despertar en cualquier momento, cuando ven al pájaro insignificante gozar de su libertad...


Se tranquilizan.
...
Empiezan a sentirse ciudadanos de Madrid.


Gorriones libres.

María dijo...

Driver!!! Pero qué cosa más bonitaaaaaaaa... Gracias, gracias, gracias!!!