martes, 29 de septiembre de 2009

Dánae o la celebración de la piel




Encerrada en mi torre de bronce,
me inunda tu imagen de Zeus dorado.
Despierta el deseo. Los ojos cerrados.

Mis manos se deshacen en el calor del encierro.
Siguen los aires de caballos inquietos:
primero al paso,  luego al trote...galope.
Desbocados se deslizan, se me clavan, se hunden.

Festejo de la carne, celebración de la piel.
Dánae terrenal alcanzando el Olimpo de los dioses.
Gritos de victoria . Exaltación del guerrero.
Invencible y vencida en el refugio de mi cuerpo.

Estremecida en el abrazo solitario,
recupero el aliento perdido en la batalla.
El corazón recupera el ritmo tras la danza.
Duermo, al fin, mecida entre las alas de Morfeo.






(Imagen: Dánae o La lluvia dorada de Gustav Klimt)

17 comentarios:

aapayés dijo...

Una delicia de poema..

Un placer siempre pasar por tu blog..

Un abrazo con mis
Saludos fraternos de siempre..

Alfonso Carlos dijo...

Si yo fuera editor no tendria ninguna duda en publicar todos tus poemas.

Un abrazo guapa, y sigue regalandonos momentos y poemas

Anónimo dijo...

como siempre precioso!
Besitos

Rocco Lampone dijo...

La de imágenes que evocan tus palabras...

Impactante. Muy bonito.

un beso

Rocco Lampone dijo...

ahí va eso:

Ensimismado estoy en tus cabellos
Ningun perfume los empapa
Embota mis sentidos un olor
Lento de reflejos, voy recordando.

Llantos en la noche tras gozos sin
sombra
Aumenta la vertiginosa realidad
Bebo en tu fuente de vida
Enciendo mi ánimo marchito
Rendición incondicional de mis
defensas
Incido en tus labios hidrológicos
Negando la pasión, bloqueando la
mente
Trotando, torsión imposible, danza
esquiva, finita.
Oyendo mi ánima exhalando su final.

Modestino dijo...

Tu blog, Rocío, se está convirtiendo en una paseo matinal por la calidad y el buen gusto.

Dicho queda.

ana dijo...

El alma se dibuja en la consciencia de la piel... y luego por fin, el descanso. Dormida plácidamente en las alas del deseo.

Es formidable Rocío.

Capitán dijo...

Caramba, Rocío, al final venció Morfeo, que siempre gana.

Un abrazo

Belén dijo...

Siempre es un placer acabar haciendo el amor con morfeo...

Besicos

Alfonso Carlos dijo...

Joder Rocco...impresionante... me encanta. No sabeis la envidia que me dais por dar a luz imagenes en mi mente. Os envidio malsanamente.

un abrazo

María dijo...

Una vez más, Adolfo, gracias por tus visitas y tus comentarios.

Alfonso... ni pa pipas sacábamos tú y yo con ésto, jajaja. Y no tengas envidia, que tú no te defiendes nada mal con las palabras...

Gracias, Vane, bonita.

Uy, uy, uy, Rocco, que le has cogido el gustillo al verso!!! ¿Qué opinará Chuck de ésto??? jajaja. Gracias por dejárnoslo (el poema) por aquí. Besos.

Modestino, me gusta la idea de mi blog como una vereda para un paseo tranquilo. Oído queda. Gracias!

Ana, me gustan las interpretaciones que haces siempre a mis poesías. Muchas gracias guapa.

No, Capitán, venció Zeus. Morfeo sólo recogió los restos de la batalla...

Belén, Morfeo más bien estaba ahí como un voyeur, esperando su turno, mirando cómo Dánae hacía el amor consigo misma...

Rocco Lampone dijo...

Pues si, Rocío, parece que le he cogido el gusto a esto...

Por cierto, a ver si averiguas qué tiene de extraño lo que te he dejado?

ya me contarás...

María dijo...

!Es un acróstico! En el laberinto... Muy bueno, jajaja, gracias!

Rocco Lampone dijo...

Xtacto.

Ahí lo llevas.

Un beso

El Kioskero del Antifaz dijo...

Siempre me ha alucinado la gente que escribe poesía. No soy dado a ella, entre otras cosas, porque creo que sería incapaz.

Juntar letras es fácil, pero hacer música con ellas... ya te digo; sería incapaz.

Un beso

Anónimo dijo...

Delicioso
Un verdadero placer leer una poesía tan sensual.
Bsos

María dijo...

Kiokero, gracias. Es cuestión de ponerse... a mí lo que me parece imposible es dibujar... así que cada uno tenemos lo nuestro. Gracias por pasarte.

Markos, ale... a disfrutar, que de eso se trata.